Soy un Nómada. Mis únicas Banderas son el cielo del día y el manto de estrellas en la noche. Mi Tierra está allí donde piso. Mi cultura es la que comparto e intercambio con las personas que encuentro en el camino. Mi himno es el canto de los pájaros, el susurro de los arroyos cristalinos y el bufido del viento en bosques y cumbres. Mi gente sois tod@s, aunque todavía no os conozca.

lunes, 6 de agosto de 2012

Nivel Cero. Mallorca.



Siento como si estuviera sobrevolando una cordillera formidable, como si fuese un Quebrantahuesos en pleno vuelo sobre los Pirineos... y sin embargo, la respiración pausada a través del tubo de plástico me devuelve a las aguas azules turquesa de la Cala figuera, en el cabo Formentor, Mallorca.

Lo que mis ojos ven no son sino formaciones rocosas que parecen Montañas, pobladas por algas, crustáceos y seres de este fascinante mundo tan poco conocido para la gran mayoría de nosotros. Decenas de peces de diversas especies me observan o simplemente merodean ignorándome atentos a sus quehaceres. Hago un pensamiento: debo llevar más de una hora dando vueltas por la Cala, así que con unos golpes de aleta y unas brazadas, me acerco a la orilla y salgo finalmente del agua cristalina.

Hemos descendido desde el párking unas horas antes, fascinados por la imagen que pudimos contemplar desde la carretera que serpenteaba entre los acantilados de esta zona de la Isla. Un paseo de veinte minutos como mucho, pero con una inclinación apreciable y una cierta dificultad de acceso... Ese ha sido precisamente el intringulis de la "excursión".



Son los últimos días en Mallorca. Una isla por la que hemos andado en busca de calas solitarias y del abrazo intenso con el Mar y la Naturaleza. En el parque natural de Mondragó, conseguimos estar solos en alguna cala diminuta en las que el baño se antojaba peligroso por las Rocas y farallones que defendían el acceso a las aguas agitadas. Después, transitamos la costa por senderos bien marcados y señalizados que se fundían con las calizas cortantes hasta llegar a playas que encontramos más concurridas de lo que en un principio habíamos esperado... Pero claro, también en la cima del Aneto, a estas horas de este día, sería probable encontrar más de un centenar de personas.

Mallorca me había hecho pensar en subir al Puig Major, por aquello de coronar la cima más alta de la ínsula, pero desestimé la idea el día que intentamos caminar por la zona del Parc de Llevant a más de 33º a la sombra... y el día de la Serra de Tramuntana no fué para menos... Ya Volveré algún invierno! -pensé...Tampoco pude acercarme a observar  alguna de las vías que los Pou habían colgado en su página... no recordaba ni siquiera donde eran exactamente esas vías - "sa rosa des vents" y otras. Tampoco hice psicobloc en sus costas bañadas por el Mediterráneo...así que definitivamente: volver habrá que volver!!

Pero disfrutar, he disfrutado. Esta vez con las aletas y gafas submarinas sustituyendo a los crampones y el piolet en mi mochila, navegando intuitivamente a nivel zero...a cota de Mar. Y sabes?...cuando llegas al extremo de la isla, se abren ante tí los horizontes: Las Islas también son Montañas.